La actualidad del libro

La lectura es por lo general beneficiosa, además de placentera. Pero, para entrar en este círculo virtuoso, donde beneficio y placer se refuerzan recíprocamente, un componente crucial es saber encontrar el libro adecuado, justo el que más nos conviene en el momento presente, ese que despierta nuestro ímpetu lector y no podemos esperar a sacar del plástico para sentir el papel entre las manos. Quizá nada nos oriente mejor hacia el próximo libro, que nuestras lecturas previas. Así, por ejemplo, habrá periodos en nuestra vida en que nos sumerjamos con singular alegría en determinado género literario, estilo, época, tema o autor. Porque cada libro genera ondas expansivas de sucesivas lecturas, como una piedra arrojada en un estanque. Pero en ocasiones es especialmente provechoso y placentero mantenernos en la cresta de la misma ola, antes de saltar a la siguiente.
Los lectores se van formando como una serie de encuentros afortunados. Pero hay infinitas maneras de provocar tales encuentros. Además de los libros que hemos leído previamente, no hay acontecimiento o actividad de nuestra vida que no pueda convertirse en ocasión para orientar nuestras elecciones de lectura. Incluido el material de Netflix, Twitter, Google, Youtube, Instagram, Facebook, Tik Tok o cualquier medio que nos conecte con el mundo de la información, también nos conduce de una manera u otra al universo de los libros. Bastaría establecer la conexión: usar el navegador para indagar los libros relacionado con aquello que nos interesa, ya sea la película que está basado en una obra literaria o ambientada en una situación histórica que ahora nos inquieta, el tema de actualidad que circula en las noticias, el problema personal que nos aqueja o la duda científica que nos despertó un hashtag de la red. Todas son entradas posibles a más lecturas. También podemos ir en sentido inverso: nutrir nuestras redes sociales de la infinidad de temas que nos atañen y que nos darán una mayor retroalimentación. Hay canales, hashtags, sitios o influencers que pueden ser tan esclarecedores como un libro. No hay fronteras entre el mundo de las ideas y los libros, tan solo hay puentes y relevos. Cualquier género de información es camino hacia el siguiente libro, y viceversa.
En una entrevista radial con Jean-Claude Carrière, que después se publicó bajo el título “Nadie acabará con los libros” a propósito de la idea de la desaparición de los libros impresos, de cara a fenómenos actuales, como las nuevas tecnologías de la información, el surgimiento del libro digital y la desaparición de algunas editoriales, librerías y medios impresos, Umberto Eco lanzó una frase que después convirtió en un twitt: “El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventado, no se puede hacer nada mejor.” Nos parece muy curioso que la frase haya atravesado este relevo de canales: del radio a la prensa y del libro a Twitter. Como si estos instrumentos, lejos de abonar a la desaparición del libro, fueran en realidad nuevos mecanismos de proliferación. Un poco como los sublevados al régimen de Fahrenheit 451, que frente a la política de quemar libros se hicieron a la tarea de memorizar cada persona una obra distinta, que considerasen necesario heredar a las generaciones futuras. De tal suerte que la comunidad de rebeldes se convirtió en una suerte de biblioteca parlante.
La afortunada frase de Umberto Eco apunta de manera directa a la especificidad del libro. Por más que pueda propagarse el contenido de información por otros medios, a la manera de un virus que se transmuta pasando por distintos organismos, el libro sigue siendo insustituible e insuperable. Sólo rebasará al libro aquel artefacto que ya sea de antemano e inconfundiblemente un libro. De otro modo, cualquier otro dispositivo que esté en su camino, pero que no sea idéntico a él, le servirá como un medio de transición, pero no como un reemplazo. De la misma manera en que una película no puede sustituir a un libro, pero es preciso realizar un script para poder realizar después una película y viceversa, generando en cada momento nuevas e insustituibles experiencias conforme pasamos de uno al otro.
RECURSOS:
Esta entrada de Blog traza puentes con tres libros recientemente incluidos en nuestro catálogo de guías de lectura en el sitio de micirculodelectura:
· El infinito en un Junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, de Irene Vallejo. De cual tomamos la frase de Umberto Eco a propósito de la actualidad de los libros y la metáfora de las bibliotecas como comunidades disidentes al totalitarismo.
· Gente normal, de Sally Rooney, que es una novela de aprendizaje, donde sus protagonistas transitan a la madurez a través de su historia de amor. La cual inspiró una exitosa serie de HULU y es un buen pretexto para experimentar el relevo de un formato audiovisual al libro y viceversa.
· Ese instante, de Sivia Cheren, que reúne reportajes periodísticos de historias de actualidad con un fuerte componente testimonial, abriendo con el relato de una sobreviviente al Tsunami en el pacífico sur en el 2004, una víctima de los atentados del 11 septiembre de 2001, un paciente que salió de cuidados intensivos por COVID, entre otras vivencias.