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CUENTOS ESCOGIDOS - Flannely O'Connor

UBICACIÓN BIOGRÁFICA 

El mismo año que nació Flannery O’Connor, 1925, se llevó a cabo un juicio muy famoso contra un profesor que enseñaba en la escuela la teoría de la evolución —en oposición al creacionismo—, el juicio se llevó a cabo en Tennessee; FO’C nació en Georgia y ambos estados forman parte de lo que se conoce como el “Cinturón bíblico (Bible Belt)”: una región de los Estados Unidos que es predominantemente religiosa, en específico, cristiana (a efectos de usar un término reconocible en español, es más fácil llamarla católica, en especial en contraste con el protestantismo). En este contexto nació O’Connor, de una familia católica, de ascendencia irlandesa. 

Uno de los rasgos de su escritura que más destacan sus estudiosos es su catolicismo; sin embargo, no hay que confundir catolicismo con panfleto religioso. Flannery fue una chica puritana, producto de varias convergencias: el Bible Belt, el Deep South (Sur profundo) que es más rural que cosmopolita y de pensamiento muy conservador y el Black Belt (cinturón negro, a razón de que en esas zonas fue donde se llevaban más esclavos de origen africano, sobre todo para las grandes plantaciones de algodón). Se puede decir que ese Sur está inscrito en nuestro imaginario como caluroso, pantanoso, con fondo musical de bluegrass y gospel; en ese paisaje, los personajes de Flannery O’Connor suenan como Forrest Gump (ella misma hablaba con un acento sureño muy cerrado), y son de costumbres sobrias y un arraigado sentido de lo moral. 

¿Cómo es que una mujer criada dentro de ese contexto pudo escribir relatos que hoy nos parecen descarnados, terribles y deslumbrantes?, porque la autora escribía con la conciencia de que la obra, el arte mismo, no puede estar supeditada a una ideología. En sus cuentos se puede ver una cercana relación con lo divino, a través de una lente por completo humana. Flannery O’Connor trata a sus personajes de manera casi despiadada, retrata sus defectos y muestra sus acciones con un humor filoso e ineludible, y por la vía de ese retrato es que ella intenta mostrar al lector un camino para elevar el espíritu. 


UBICACIÓN BIBLIOGRÁFICA 

Por herencia, geografía o temporalidad, a Flannery O’Connor se le relaciona a menudo con escritores (también del sureste de Estados Unidos) como William Faulkner —su predecesor—, Truman Capote y Carson McCullers —de quien se dice que O’Connor tenía una pésima opinión—; sin embargo, temáticamente está más emparentada con Nathaniel Hawthorne, que había nacido más de un siglo antes. 


DATOS CURIOSOS 

El inicio de la fama de esta magnífica autora ni siquiera se remonta a su niñez, cuando salió en la televisión porque había entrenado a una gallina para que caminara hacia atrás, sino a sus años escolares, cuando empezó a hacer caricaturas (grabados en linóleo) y a publicarlos en la revista The Spectrum, que se editaba en la universidad en la que se graduó. En su último año fue la editora de la publicación, porque estaba decidida a ser periodista y caricaturista. Al parecer, se hizo famosa en la comunidad de su universidad por su mirada aguda y su sentido del humor. 

En cartas y declaraciones se deja ver que Flannery O’Connor, en cuanto a mirada humorística, parece más emparentada con el Tod Browning de Freaks (película de 1932) que con la mirada casi delicada de Truman Capote, nacido apenas un año antes. Este humor permea su trabajo de ficción, pero no es un humor fácil ni busca el chiste gracioso, es un sentido de la ironía que la autora fue refinando en su vida más bien solitaria y en la prolífica correspondencia que mantuvo con varios amigos. 

Para mayores referencias consultar, páginas adelante, el apartado de recursos. 



DISCUSIÓN DE LA OBRA 


El geranio 

En este cuento, el viejo Dudley desconfía del vecino de su hija porque es negro, y se muestra incrédulo ante el hecho de que un negro pueda tener su propia casa, vestir de manera elegante (o llamativa, cuando menos); sin embargo, extraña a Rabie y a Lutisha. Su racismo proviene de su formación y su contexto, pero ¿podría ser que en el fondo se sintiera más cómodo entre los negros? En Nueva York es un extranjero en la casa de su hija y su familia, y cuando piensa en su hogar, se remite a la compañía de Rabie; en la narración se deja ver que esa compañía le es entrañable, aunque ni siquiera él mismo puede articularlo. 

Por supuesto, el asunto del racismo es tan importante ahora como en los años 40, pero se ve diferente después de siete décadas. Hay que situarnos en los zapatos del viejo Dudley y mirar a través de sus ojos: el mundo está loco, en Nueva York la gente se apeñusca para ir de un lado a otro y vive encerrada en espacios demasiado pequeños. La alegoría mayor está en el propio título: el geranio está en una maceta, en la ventana de un vecino, el viejo mira ese geranio y se da cuenta de que lo tratan mal: al viejo Dudley le preocupa el bienestar de la planta, que le recuerda “a Grisby, el chico del pueblo que tenía la polio, al que había que sacar todas las mañanas en la silla de ruedas y dejarlo pestañeando al sol”. 

¿Es el geranio una representación de la vida frágil del propio anciano?, ¿es un recordatorio de la vida, en un contexto de asfalto y ladrillos que entristece su espíritu? ¿Es el nuevo vecino, el negro “endomingado”, un vehículo para que el viejo recapacite sobre su propia necedad? 

El contraste entre las declaraciones de desprecio acerca del nuevo vecino y la compasión que siente por la maceta es importante: cuando descubre que el geranio está estrellado, en el suelo, y que va a morir, se echa a llorar, se convierte en un ser tan indefenso como el chico Grisby, con la diferencia de que a él nadie lo sacará para que tome un poco de sol. 


El pavo 

La imaginación de Ruller nos sitúa, al inicio del cuento, en una circunstancia que no parece relacionada con el desarrollo posterior de la acción central; después de unos cuantos párrafos de duda, nos damos cuenta de que Ruller es un niño y estaba jugando a atrapar a un cuatrero. El niño jugaba y el pavo lo saca de su mundo; es como una tentación. ¿Hay alguna relación del pavo como símbolo de tentación? Ruller quiere llevárselo y entrar triunfante con el animal sobre los hombros, así todos le dedicarían un poco de atención y, sobre todo, de admiración. ¿Es pura vanidad infantil lo que mueve al chico a actuar así?

El pavo salvaje de este cuento está directamente emparentado con el guajolote mexicano. Cuando pierde al ave de vista, después de haberse rasgado la camisa y de haber fantaseado con que todo mundo consideraría la captura del pavo como una gran hazaña, Ruller hace un pacto con Dios. Primero tiene una caída, en el más tradicional sentido moral: maldice y blasfema (él nunca maldice ni blasfema en voz alta) y luego, mientras admite a regañadientes su derrota, se encamina a su casa fantaseando con que se convertirá en un pecador, en un blasfemo. Luego tiene una epifanía, ¿cuando Ruller acepta que es un chico raro, se refiere sólo a su carácter y al hecho de que es un niño solitario? 

“Se preguntó si Dios pensaría que era un chico muy raro. Seguro que sí. De pronto se dio cuenta de que se le subían los colores y sonreía, y se restregó la cara con la mano para contenerse. «Si Tú quieres que me lo lleve —dijo—, lo haré con gusto.» A lo mejor eso de encontrar el pavo era una señal. A lo mejor Dios quería que fuese predicador.” ¿Es sincero el niño cuando hace este pacto? ¿Qué lo hace pasar abruptamente de un estado de rencor y frustración a un momento de embeleso religioso? 

Conforme avanza con el pavo a cuestas (una imagen que puede remitir a Cristo) suceden dos cosas: la gente en efecto le presta atención y su sentido de encuentro con lo divino se va acendrando. ¿Por qué decide darle la única moneda que tiene al primer mendigo que se le cruce? 

Vemos el tránsito moral del niño de un estado a otro, has- ta que le roban el pavo (un pavo que él mismo no mató, pero que se ganó por derecho). En ese momento ¿desaparece el pacto hecho con Dios?, ¿se decepciona porque se queda completamente vacío?, pierde la moneda, el motivo de su orgullo y, de todos modos, va a llegar a casa arañado, exhausto y sin el pavo. ¿Quiere decir esto que Dios le mandó a los otros chicos para darle una lección?, ¿quiere decir que no había recibido ninguna señal en primer lugar?, ¿Dios hizo todo para darle una lección que se escapa a simple vista o, sencillamente nunca hubo intervención divina? 


Un golpe de buena suerte 

La ironía del título tarda en revelarse. Ese golpe de buena suerte, primero, no aparece de manera obvia, ¿por qué Ruby está tan molesta? Reniega de su condición, es evidente que había pensado que no tendría hijos. ¿Qué significa que esté embarazada justo ahora que está allí su hermano menor?, ¿Rufus encarna una advertencia de cómo podrían ser sus hijos? 

En un artículo de 2009, Joyce Carol Oates dice (en una traducción poco rigurosa): “Elaine Showalter [fundadora de la crítica literaria feminista] sugiere provocativamente que Flannery O’Connor se contaba entre las escritoras norteamericanas de los años cincuenta que confrontaron la matrofobia: el miedo a volverse como la propia madre”. Pero la palabra matrofobia (matrophobia en el original en inglés) puede también sugerir el miedo o el rechazo a convertirse en madre. Ruby está enojada, es evidente durante todo el cuento, y cuando el lector se entera de que el mareo y los malestares se deben a su embarazo, ya leímos que ella sospechaba incluso de cáncer. ¿Es posible que Ruby sencillamente no quiera tener hijos?, ¿lamenta haberse embarazado porque no quiere ser como su madre? Cuando piensa en sí misma, todavía lozana a los treinta y cuatro, parece que quiere mantenerse en un estado de perpetua juventud, ¿piensa que un hijo la va a desgastar?, ¿tendrá miedo de que el hijo salga como su hermano, un bueno para nada? 

Puede ser también que esté asustada, simplemente, porque el antecedente familiar no es nada bueno; en párrafos anteriores Ruby piensa en su propia madre, que tuvo partos malogrados, pero en un momento, al pie de la escalera: “Sintió que se le arrugaba la cara. Dos nacidos muertos, uno muerto el primer año y el otro aplastado como una manzana amarilla y seca, no, solo tenía treinta y cuatro años” (p. 68-69); estos dos nacidos muertos, ¿son hermanos suyos malogrados o son sus propios hijos? La adivina le había dicho que iba a tener un golpe de suerte (de ahí el título), ¿en qué consiste esa buena suerte? 

Al final del relato, en las últimas líneas, ¿Ruby cambia de actitud?, ¿se resigna a llevar a cabo el embarazo?, ¿lo acepta? 


Un hombre bueno es difícil de encontrar 

Lo primero que encontramos en voz del narrador es que la abuela no quería ir a Florida. El lector, se presume, desdeña la advertencia que la anciana hace, periódico en mano, justamente porque se trata de una anciana que simplemente quiere ir a Tennessee. Si la abuela se hubiera quedado en vez de ir a Florida, como sugiere el niño, ¿la historia hubiera sido distinta? El entramado de este cuento es tan eficaz, que las preguntas como éstas resultan casi ociosas. Sin embargo, es un relato tan descarnado, que garantiza el asombro de los lectores por varias razones. 

¿Por qué se enfoca la narración en los detalles del viaje?, en la mejor tradición de road trip (viajes por carretera) hay nubes en forma de vaca, estaciones de gasolina y una breve parada para comer un bocadillo. Los personajes no lo saben, pero su destino final no es Florida. ¿Qué los espera en el camino? 

Red Sammy recibe de la abuela el apelativo de hombre bueno, ¿es una mera cortesía de parte de la anciana? Sigue la plática de cómo han cambiado las cosas, la situación no parece demasiado sombría, aunque es parte de la progresión del relato. 

Cuando la propia abuela sugiere desviarse para visitar una antigua plantación, ¿por qué no le dice a su hijo que cometió un error y que esa vieja mansión en verdad está en Tennessee? ¿Y por qué es ella misma la que hace las señas para que se detenga el carro que viene por el camino? A estas alturas del relato, la sensación de fatalidad ya es ineludible, como si la acumulación de hechos y de pistas nos dejara saber quién viene en ese auto. 

El momento en el que todo se define está en estas líneas: 

“—¡Usté es el Desequilibrado! ¡Lo he reconocío na más verlo! 

—Sí, señora —dijo el hombre, que sonrió levemente como si estuviera satisfecho a pesar de que lo hubieran reconocido—, pero habría sido mejor pa todos ustedes, señora, que no me hubiese reconocío.” 

Los lectores contemporáneos hemos visto suficientes películas y series donde los asesinos resultan incluso guapos y atractivos, pero en 1953 ni siquiera había nacido Tarantino: este es uno de los relatos más tremendos del libro, ¿en qué momento tenemos la certeza de que ni la abuela, ni los niños, ni el matrimonio, se van a salvar? 

¿Es el retrato del Desequilibrado el de un ser exageradamente malo? Incluso tiene una discusión filosófica con la anciana. Cuando habla del desequilibrio que causó Jesús cuando resucitó a los muertos (cuando rompió el equilibrio de todo), ¿se ve a sí mismo como un ser justo, como alguien que pertenece a ese universo desequilibrado?, ¿se ve, por el contrario, como un hombre fuera de las reglas que se suponen humanas? Habla del placer y de la maldad, como si tuviera una causa, ¿es consciente de sus acciones y de las consecuencias que tendrán, más allá de sus propias certezas? 

La anciana extiende la mano en un gesto que parece de cariño, ¿por qué le dice que es como uno de sus hijos, sólo para salvarse o por verdadera compasión?
¿En dónde reside la bondad, de acuerdo con el juicio del Desequilibrado?, ¿por qué dice que hubiera sido una buena mujer, si hubiera tenido a alguien que le disparara cada minuto de su vida? 


El río 

¿Qué motivo empuja a la señora Connin a llevar al niño con ella, es únicamente por el predicador?, no parece que se conocieran de antes, ella no sabe ni el nombre del niño. 

¿Por qué Harry miente sobre su nombre?, ¿qué busca al decir que se llama igual que el predicador? 

¿Qué quiere decir que Bevel vea en el cuadro del cuarto a “un hombre vestido con una larga sábana. Tenía el pelo lar- go y un círculo dorado alrededor de la cabeza y estaba serrando una tabla mientras algunos niños lo miraban”?, ¿y por qué cuando entran los hijos de la señora, él quiere esconderse deba- jo de la cama? 

¿Por qué Bevel se lleva el libro, si la señora Connin había dejado claro que era importante para ella? 

Cuando están en el río, es más notorio que el niño nunca ha tenido contacto con ningún tipo de religión, más allá del personaje de la madre —que, como se ve más adelante, encarna el desapego y la frivolidad—, ¿por qué la experiencia resulta tan importante para él? 

A estas alturas del relato, es evidente que el niño se cambió el nombre, pero el narrador lo llama Bevel, a pesar de que se llama Harry, ¿por qué? 

¿Qué tiene que ver el cambio de nombre voluntario del niño con el hecho de que lo bauticen en el río?, ¿qué quiere decir que el predicador le diga que ahora “lo tienen en cuenta”? 

¿Bevel es consciente de que su búsqueda va a terminar con su vida? ¿Hay alguna alegoría en el hecho de que el niño haya preferido buscar a Jesús o su reino en el fondo del río antes que seguir en una casa donde es evidente que no lo toman en cuenta? En el final de la narración, el único que queda es el señor Paradise (paraíso, en inglés), el hombre al que el niño se había negado a ver, por la descripción de la señora Connin, ¿es una alusión a que el niño pudo haber ido al cielo?, ¿logró llegar porque ya estaba bautizado o, a pesar de tener apenas cinco años y de estar bautizado, no puede salvarse su alma porque se suicidó? 


La Persona Desplazada 

En este texto se ponen de manifiesto los defectos de todos los personajes; la señora Shortley, por ejemplo, encarna la definición de diccionario de la xenofobia: tiene miedo de las “personas desplazadas”, teme que le quiten el trabajo a su marido y que, paradójicamente, desplacen a los negros que trabajan para la señora McIntyre. Su marido, el señor Shortley, acaba por heredar ese mismo miedo. ¿Sería posible que los Shortley hubieran sobrevivido por sí mismos fuera de la granja de la señora McIntyre? 

En un momento dado, la oposición entre los personajes no obedece tanto a una cuestión de raza como a una cuestión de conveniencias: ¿con quién le conviene más aliarse al señor Shortley, con los negros aunque los mire como inferiores o con el extraño que parece haber llegado para perjudicarlo? 

Es un cuento muy duro, al final no parece que haya redención para ninguno de los personajes, ¿el señor Guizac es una víctima, es inocente? 


El templo del Espíritu Santo 

¿Hay un afán de sátira en este cuento hacia las escuelas religiosas? Es fácil identificar que las dos chicas que están de visita en casa de la niña son, como ella dice, imbéciles, pero también es fácil entender por qué se burlan de las enseñanzas, tal vez ingenuas, de las monjas. La niña no entiende el humor de las dos muchachitas, ni siquiera las desprecia, simplemente las des-carta por estúpidas. ¿Será que esa niña es un alter ego de la propia autora?, es evidente que Flannery O’Connor no podía ser como Susan ni como Joanne, pero tal vez sí fuera como la niña que, a sus doce años, era más sensata. 

¿Por qué a las adolescentes les parece tan graciosa la idea de que sean “templos del Espíritu Santo”?, ¿qué significa para ellas?, si es que significa algo. Y para la niña, ¿por qué la niña se toma tan en serio ese concepto?, incluso lo aplica a la señorita Kirby. 

Los monstruos de feria suelen ser llamativos y desconcertantes, ¿por qué un hermafrodita sería un monstruo de feria?, ¿por qué, en una sociedad conservadora y religiosa, alguien sería una atracción de feria por sus genitales? 

¿La niña se identifica con el monstruo?, después de que reflexiona sobre sus propios pecados, como la soberbia, se queda fija en su mente la idea del monstruo y le atribuye a Dios sus características intrínsecas: más allá de que sea buena o mala, Dios la hizo así. 



El negro artificial 

El señor Head quiere llevar a Nelson a la ciudad para enseñar- le que la ciudad no es la gran maravilla; sin embargo, Nelson no nació en la ciudad, ¿por qué el señor Head quiere llevarlo de todos modos? ¿Por qué prefiere hacer ese viaje y darle una lección?, ¿es una lección moral o quiere humillarlo? 

¿Por qué Nelson está tan empeñado en darle, a su vez, una lección al señor Head?, ¿cree que su abuelo necesita aprender algo? ¿Qué significa el viaje para cada uno de ellos? 

Con toda la carga que tiene la idea de marcar la diferencia entre negros y blancos en el contexto del cuento, ¿qué puede significar el siguiente pasaje?: 

—Pensaba que reconocerías un negro ya que viste tantos cuando estuviste en la ciudá durante tu primera visita —continuó el señor Head—. Ese es su primer negro —explicó al hombre del otro lado del pasillo. 

El chico se deslizó hacia abajo en su asiento. 

—Usté dijo qu’eran negros —replicó con voz de enfado—. Nunca dijo qu’eran tostaos. ¿Cómo espera que yo sepa algo si usté no me l’explica bien? 

Cuando el señor Head suplica la ayuda de un extraño, ¿lo hace para redimirse con su nieto de alguna forma después de haberlo traicionado? 



Las dulzuras del hogar 

Después del primer párrafo, ¿cuál es el retrato que podemos hacernos de cada uno de los personajes? La muchacha encarna, con mucha claridad, la tentación y el pecado, de una manera casi abrumadora; sin embargo, ¿a quién tendría que hacer caer, a la madre que tiene aires de beata o a Thomas, que es presa de la indignación desde el principio? 

Los dos puntos de vista de Thomas y de su madre son totalmente opuestos: desde los ojos de la anciana, el lector ve que Sarah es víctima de las circunstancias, una María Magdalena que puede redimirse, un reto que se transforma en vehículo para ejercer la caridad; desde los ojos de Thomas ella es una loca, cuando menos, si no es que en verdad es una mujer mala, en el sentido más humano de maldad, más allá de la connotación de la palabra “zorra” (y del hecho de que la hayan diagnosticado como ninfómana), ¿alguno de los dos tiene razón?, ¿ninguno? ¿Qué habría que hacer con la chica? 



Todo lo que asciende tiene que converger 

Julian puede ser un personaje que, con una mirada irónica, resulta un bueno para nada: a su edad y todavía lo mantiene su madre; sin embargo, se gana la simpatía del lector porque aparece como un hombre que no es racista, a diferencia de su madre. Pero su supuesta defensa de la igualdad (al menos en cuanto a asientos en el autobús se refiere) ¿es sincera?, ¿obedece realmente a una conciencia o es una manera de oponerse a su madre y buscar así una mínima independencia? 

¿Es realmente la madre de Julian una retrógrada completa? ¿Por qué se empeña él en llevarle la contraria de forma evidente? Ese puede ser un signo de increíble inmadurez por su parte, tratar de darle a su madre una lección a toda costa, con tal de restregarle en la cara que está equivocada. Por eso su gesto de triunfo: “La sonrisa se fue endureciendo en sus labios para comunicar a la madre, tan claramente como si lo hiciera con palabras: «Tu mezquindad merece este castigo. Nunca olvidarás esta lección»”. 



Partridge en fiestas 

Calhoun llega con sus tías con un objetivo en concreto: investigar el horrible crimen que se cometió durante el juicio. ¿Por qué dice que el responsable del crimen es Partridge y trata de exonerar a Singleton? 

En un relato tradicional, Mary Elizabeth podría convertir- se en amiga de Calhoun o en un potencial romance; sin embargo, el hecho de que ella tenga un objetivo semejante al del chico y una actitud igual a la suya, elimina cualquier posibilidad de cordialidad, los dos se sitúan de inmediato en un nivel de competencia entre sí. Los dos están sobrados de prejuicios y de arrogancia, pero, sobre todo, en el fondo los dos están sorprendidos de que sus intereses puedan converger y, en vez de aceptarlo, se ponen en contra uno del otro. Hacia el final del cuento, ¿el encuentro con Singleton cambia en algo a los dos muchachos?, ¿podrían seguir siendo los mismos después de enfrentarse a un momento tan brutal como inesperado? 



Los lisiados serán los primeros 

Sheppard parece un hombre de buen corazón. Es decir, de casi todos los personajes del libro, es de los muy pocos que no revela ninguna mezquindad debajo de un disfraz de buena persona, ¿es también un buen padre?, ¿es culpa suya que Norton parezca un niño malcriado? 

Gracias a Rufus, Norton recibe una lección: se topa con alguien que excede sus parámetros morales. En la imaginación de Norton, Rufus y su padre son figuras que no son exactamente reales, sino que se amoldan a la imaginación del niño, pero en la realidad el chico tiene otros alcances y su padre otras limitaciones. ¿Sabe Rufus que la base de las acciones de Sheppard es la caridad? Al menos la caridad entendida desde el punto de vista solidario. ¿Por qué parece que los dos niños tienen tan mala opinión de un acto de caridad? 



¿Por qué se amotinan las gentes? 

Walter no tiene interés en que su padre reciba o no los cuidados que necesita, ¿hay una relación directa entre el desapego familiar de Walter y el hecho de que no quiera hacerse cargo de la casa? Su madre le dice que tiene que hacer trabajar a los negros, pero él responde por toda su generación “Una mujer de tu generación vale más que un hombre de la mía”. Puede ser que tenga razón o puede ser que sólo sea un recurso para eludir su responsabilidad.

En una sociedad utilitaria, en la que hay que hacerse cargo de que funcionen las jerarquías y se apliquen las reglas, ¿los personajes como Walter son vistos con piedad o con desprecio? La madre de Walter quiere a su hijo, pero es evidente que no entiende sus motivos para hacer las cosas, o para subrayar ciertos pasajes de ciertos libros. Según ella, Walter no se ocupa más que de trivialidades. 



La espalda de Parker 

Desde que se conocieron Parker y Sarah (en ese entonces una jovencita con la que él, según dice, nunca quiere tener nada que ver), ella demuestra su rechazo por los tatuajes. Parker no sabe bien por qué se los hace, pero no se detiene mucho a pensarlo. ¿La decisión que toma de tatuarse el Cristo en la espalda es una forma de comunicarse con su esposa? Si tanto la detesta, ¿por qué quiere hacerle una especie de regalo y por qué, en todo caso, sigue casado con ella? 

El padre de Sarah es predicador, aunque no tiene iglesia, y claramente el narrador dice que “Se casaron en el despacho del juez del condado, porque a Sarah Ruth las iglesias le parecían cosa de idolatría”. A pesar de todo, Parker decide hacerse un enorme tatuaje de la cara de Dios para que ella lo pueda ver, ¿no es esa una forma atormentada (muy humana, pero atormentada) de acercarse a alguien?, ¿es que Flannery O’Connor está tratando de decir algo más, que no es evidente? 



El día del Juicio Final 

Se supone que este cuento es una revisión o revisitación de “El geranio”, el primer cuento de este libro. La autora utiliza en ambos cuentos el recurso de superponer los planos del pasado y el presente y de lo que el viejo está imaginando con lo que realmente pasa. 

El recado que se prende del bolsillo el viejo Tanner le rompe a uno el corazón. ¿Sería posible contar con la bondad de cualquier extraño que se encontrara su cadáver para que lo mandaran a Georgia?, ¿pensaba Tanner en el proverbial prójimo o simple- mente en un policía cualquiera que lo encontrara por allí? La desesperanza, cuando menos, es lo que impera en este cuento. 

La hija del viejo Dudley y la del viejo Tanner son distintas: la del último relato es más compasiva y genera en su padre sentimientos de ternura, lo que nos hace ver que hay entre ellos cierto cariño, ¿entendía la hija de Tanner lo que le pasaba a su padre, sabía quién era? 



PREGUNTAS 


El pavo 

¿Qué simboliza el pavo en este cuento? 

¿Por qué el niño no quiso recuperar el pavo después de que se lo roban, si tanto trabajo le había costado conseguirlo? 

¿Qué pudo haber pasado cuando el niño llegó a casa?


La persona desplazada 

¿Qué simboliza en este cuento el pavo real? 

¿Qué era lo que estaba promoviendo el señor Guizac entre los negros que escandaliza tanto a la señora McIntyre? 

¿Si la señora McIntyre no hubiera cambiado radical- mente de opinión sobre los refugiados, habría prescindido por completo del señor Shortley? 

¿Qué representa la muerte de la señora Shortley? 

¿El señor Guizac y su familia representan a un pueblo en específico? ¿Qué es lo que desata la tragedia que al final deja la granja sin nadie que la atienda? 


El templo del Espíritu Santo 

¿Qué quiere decir que las dos adolescentes, la señorita Kirby y la niña sean “templos del Espíritu Santo”? 

¿Por qué cierran la feria del pueblo?

El negro artificial 

¿Se sabe quién es el padre de Nelson? 

¿Por qué el señor Head reniega de su nieto cuando lo acusan de atacar a la anciana? 

¿Es la estatua que encuentran el abuelo y el nieto un vehículo para que ambos entiendan que recibieron la lección que necesitaban?, ¿por qué?


Las dulzuras del hogar 

¿Es posible que Thomas esté celoso de la atención que pone su madre en la chica? 

¿Es real la voz que escucha Thomas de su padre o es una especie de voz en su cabeza?, ¿significa esto que Thomas también podría estar loco? 

¿Thomas quería realmente matar a Sarah? 

¿Tiene razón el policía?, ¿es posible que durante todo el cuento en realidad Thomas haya estado obsesionado con la chica porque la deseaba?


Todo lo que asciende tiene que converger 

¿Por qué parece que Julian está tan resentido con su madre? 

¿Qué le pasa a la madre de Julian al final del cuento?, ¿por qué de repente parece estar en otra realidad? 

¿Esa pérdida de ancla en la realidad es producto del sombrero repetido únicamente?


Partridge en fiestas 

¿Está realmente interesado Calhoun en hacer un texto literario sobre Singleton?, ¿está solamente coqueteando con una idea que hace que tenga una excelente opinión de sí mismo? 

¿Está loco Singleton o solamente está fuera del margen de la normalidad? 

¿Habrán escrito Mary Elizabeth y Calhoun sus textos literarios?


Los lisiados serán los primeros 

¿Es Rufus un chico malo o solamente tiene una moral distinta? ¿Siente rencor hacia Sheppard? 

¿Qué quiere decir para Rufus el zapato nuevo? ¿Y para Rufus? 

¿Lo que sucede con Norton es un accidente?, ¿representa un castigo para Sheppard o es una tragedia sin mayor simbolismo?


¿Por qué se amotinan las gentes? 

¿Qué quiere decir que Walter no lea libros sobre nada de lo que importa?, ¿hay un desdén soterrado por lo que un observador fuera del cuento podría llamar literatura? 

¿Por qué la madre concluye que quien marcha hacia la violencia es Jesucristo? 


La espalda de Parker 

¿Realmente odia Parker a su mujer? 

¿Por qué decide tatuarse justamente un cristo en una imagen casi ortodoxa?, ¿y por qué en la espalda, don- de nunca se había querido tatuar nada porque él no sería capaz de verlo? 

¿Después de recibir ese rayo de iluminación Parker alcanza la redención? 

Al final del cuento, ¿la esposa de Parker entiende lo que hizo su marido?


El día del juicio final 

¿Tanner y el viejo Dudley de “El geranio” podrían ser personajes semejantes, el mismo personaje tal vez? 

En la historia de Tanner y Coleman, en Georgia, ¿la ima- gen del anciano Tanner cambia?, ¿se entienden mejor sus motivaciones para hacer lo que hace? 

¿Logra al final su cometido Tanner, de ser sepultado en su tierra? 


CONCLUSIÓN 

En este libro parece que todo mundo le quiere dar lecciones a todo mundo: los hijos a los padres, los abuelos a los nietos, los niños a los adultos. Flannery O’Connor no pretendía impartir lecciones a sus lectores, no de la manera obvia en que las parábolas tradicionales enseñan a los feligreses a comportarse; sin embargo, es evidente que hay algo que la autora trata de decirnos, de transmitir de forma oblicua, es decir, literaria. Ella siempre defendió la idea de que sus historias eran realistas, y atribuía la percepción de que se consideraran grotescas al contexto en que eran leídas. En esta declaración suya, cargada de humor y de ironía, se refleja perfectamente ese concepto: “Anything that comes out of the South is going to be called grotesque by the northern reader, unless it is grotesque, in which case it is going to be called realistic.” (“Cualquier cosa que salga del sur va a ser etiquetada como grotesca por un lector del norte [de Estados Unidos], a menos  que sí sea grotesco, en cuyo caso será llamado realista.”). Si sustituímos a los lectores norteños por lectores del resto del mundo, entenderemos que ella veía ese Sur como perfectamente cotidiano, mientras que cualquiera que haya nacido en otra situación geográfica lo verá con ojos extranjeros: todo será exótico, extremo, pintoresco. Por fortuna, a esta escritora le interesaba hacer buena literatura y gracias a que supo cómo hacerla es que podemos entender, sin haber pisado nunca ese Sur tan suyo, los dramas que nos presenta en las historias que cuenta. 

También es cierto que ella decía que escribía realismo cristiano, y casi daba a entender que era un malentendido pensar que escribía textos grotescos, como se ve en esta otra afirmación: “All my stories are about the action of grace on a character who is not very willing to support it, but most people think of these stories as hard, hopeless and brutal.” (“Todas mis narraciones versan sobre la acción de la gracia sobre un persona- je que no está muy dispuesto a sostenerla, pero la mayoría de la gente cree que estas historias son duras, desesperanzadoras y brutales.”). Quizá sea que para ella, la realidad era descarnada y brutal o, simplemente, que es fácil perderse en el espejismo de la apariencia y obviar la alegoría. 

Por supuesto que la idea de realismo de O’Connor tiene que ver con la idea de una literatura que refleje fielmente la realidad, pero además hay que tomar en cuenta un importante componente que se ve con claridad en sus cuentos: el artificio literario y estitlístico de esta escritora hacen de ese realismo una de las prosas más interesantes de mediados del siglo XX. La forma en la que FO’C retrata la vida de ese sur, la elección que hace de escenas y la forma en que las encadena, los personajes que componen las historias: elementos que conforman la innegable calidad que garantizó el paso de Flannery O’Connor a la historia de la literatura.


OBRAS DERIVADAS 

La primera publicación importante de Flannery O’Connor fue su novela Sangre sabia (Wise Blood) en 1952. En 1979, John Houston la adaptó al cine y la película es considerada una joya de la cinematografía, que los críticos comparan con clásicos como El halcón maltés. Al parecer la cinta estuvo durante años fuera de circulación, pero luego se recuperó en DVD, en 2009. También se dice que es una adaptación bastante fiel a la novela. Aunque de esta última, la crítica literaria dice que es una novela difícil. 



RECURSOS 

Hay una grabación en audio de una lectura (en inglés) del cuento “Un hombre bueno es difícil de encontrar”. Se puede apreciar el acento sureño de la autora: 

Rare 1959 Audio: Flannery O’Connor Reads “A Good Man is Hard to Find”. http://www.openculture.com/2012/05/rare_1959_audio_flannery_oconnor_ reads_a_good_man_is_hard_to_find.html 

Aquí se puede ver el tráiler de la película Wise Blood:
https://www.youtube.com/watch?v=GtvjLdwEBMM 


Para saber más sobre la autora y su obra en general: 

En español:
“Flannery O’Connor. Mal profundo en el Profundo Sur”, documento de la Biblioteca Pública Gerardo Diego de Madrid. 

http://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/Bibliotecas/Equipamientos/ficheros/Gu%C3%ADa_O’Connor_pdf-1.pdf 

En inglés:
The Flannery O’Connor Repository.
http://www.flanneryoconnor.org/ 

“The Parables of Flannery O’Connor”, Joyce Carol Oates APRIL 9, The New York Review of Books, 2009 ISSUE. http://www.nybooks.com/articles/2009/04/09/the-parables-of-flannery-oconnor/